viernes, 13 de agosto de 2010

My peace, your peace. 6

……..

Las cosas después de la batalla se han calmado, han pasado 3 días, tanto Cristian, Valentina y Sofy, han ingresado al colegio, el primer día fue un tanto nostálgico, al recordar que hace 2 años no estaba en el colegio, pero poco a poco el ambiente se ha familiarizado, soy el mayor de mi curso, en el que ahí 21 jovenes de 17 y 18 años, con Sofy ha sido la única con la que me he relacionado en el colegio, no tengo intención de acercarme mas a ellos, no pretendo generar amistades, mi objetivo es otro, es derrumbar el imperio aliado….

-Cristian, Cristian…. estas en las nubes- Me dice la profesora.
-Si perdón, estaba pensado.- sonreí y todos largan a reír.
-En que pensabas que fuera más importante que tu clase de matemáticas- me dice mirándome fijamente con unos grandes ojos y ya viejas arrugas en su cara que representaban su edad.
-En que seria del mundo, si la ambición de unos pocos no fuera más grande que el amor de unos a otros.- la mire a sus ojos.
-Quizás las cosas serian distintas, pero el descontento de la sociedad existiría igual, pero bueno las cosas ocurren por algo, y agradece que en esta guerra fueses parte de los Grandes Aliados…. Volvamos a clases.-

Con el orgullo en la garganta y tragándome las palabras tome atención en la clase.

Son las 04:00 pm las clases han terminado, caminando por los largos pasillos de la escuela podía ver cuadros de Sir Frederik Hoock, de la princesa H’anna y de Helms Burton, eran gigantescos, de unos 3 por 2 metros, con un marco dorado y una pared azulada para que produjera un contraste a los ojos y cualquiera que pasara por ahí los pudiera ver, la vanidad de un pueblo estaba por donde se pisara, tan solo seguí mi camino y… PAFF.

-Uuuuggh- Con los ojos lagrimosos por el golpe. –Perdón no te vi.
-Aaaggh- Se sobaba de la caída. –No te preocupes-.

Note que con ella también bote sus libros, mientras los recojo pregunte.
-¿Te encuentras bien?- Mirándola a los ojos.
-Sí, no te preocupes Cristian- Se arreglo y me sonrió.
Pude percatarme de una hermosa sonrisa, y bellos ojos azules, su pelo era tan rubio que llegaba a ser transparente, unas facciones hermosa, nariz respingada, y unos labios dignos de ser besados por un príncipe, tenía un cuerpo espectacular, una delgada cintura y estatura promedio.
-Pero porque sabes cómo me llamo- Le pregunte desconcertado.
-Jajaja Porque somos compañero de curso puede ser- tomo sus libros y se dio media vuelta.
-¿Y cual es el nombre la mujer a la que he pasado a llevar?-
-Alice, Alice Deer- Camino hacia el patio.

Solo di la vuelta, y fui a mi cuarto, había comprado una antigua radio para poder comunicarme con Benjamín, recordaba su frecuencia, cuando estuve en su casa, vi en la pared π HZ, concluí que su frecuencia era 3.14 o 31.4 HZ ya en mi dormitorio llega Sofy.

-Como estas- le pregunte.
-Bien-
-hoy hablare con Benjamín-
-¿y que esperas?-
-Nada en particular solo que ellos, se preguntaran quien los había salvado-
Muevo las perillas de la radio a 31.4HZ, y digo.

-Benjamín contesta.-
……..
-Benjamín contesta-
-Quien es, responde, eres el mismo tipo de hace 3 días.- era la voz de Fernanda.
-Quiero hablar con Benjamín-
-Esta bien-
….
-Soy Benjamín quien habla.-
-Quiero que nos juntemos solo los dos, Cafetería Modochi, a las 7 ven solo y te ayudare, sabré si vienes solo-
-Pero, como sé si es seguro-
-Estamos a mano ¿no?, pero es tu decisión, adiós.-
…… apague la radio…..
-Sofy quiero que me acompañes- le digo tomándola de la mano.
-Está bien- me soltó la mano y se fue a preparar un té.

Ya era la hora de nuestra junta, con Sofy ya estábamos sentados tomando un café, la mesa era redonda, y las sillas también, las dos eran de madera, de piernas cruzadas veía pasar el tiempo en un gran reloj análogo en la pared de la cafetería.

-Creo que ya no llego- Me dice Sofy aburrida de esperar.
-Si vendrá, tu espera- con un tono de seguridad.

En ese momento se abre la puerta sonando unas campanas que la golpean en la parte superior, indicaban que alguien había entrado, ese era Benjamín, un tipo de estatura 1.84M y unos 94 kilos, músculos marcados, de tez morena, ojos cafés, pelo negro y liso, corto y sin forma, ese era Benjamín que caminaba hacia adentro con su característica barba de candado.

-Sofy, ¿Viene solo?- pregunto sin quitar de la vista a benjamín
-Si-
-Benjamín! Benjamín!- Levantaba mi mano.
-Oh que haces acá Cristian, o puede ser que…- parado frente a la mesa me miraba fijamente.
-Si puede ser, así que siéntate- le apunte su silla.
-Jajajaja eres el que menos esperaba, que un pendejo nos hubiese salvado, jajajaja-
-jaja Bueno eso me da a entender que te deben muchos favores, pero bueno, hagamos lo que vinimos hacer- lo mire serio. –Tengo acceso a un centro de comunicaciones aliadas, de ahí te hable ese día, solo yo puedo entrar, y así otros beneficios que no te los diré, pero iré al punto, quiero que ustedes se unan a mí- le estiro mi mano para hacer el trato.
-Jajajajaja ridículo, me llamas en una cafetería, cuentas las cosas como si no hubiera nadie acá, y me pides que nosotros nos unamos a ti?, me voy.-se levanta de la silla.
-Benjamín creo que te gustara leer esto- pasándola una carpeta.
-Que es eso- recibiéndome la carpeta.
-La información para sus Big Asimovs 04, creo que sus asimos estan muy dañados y solo quedaron 3, y mañana pasara un tren Aliado fuera de la ciudad, aquí está el lugar la hora y mi numero personal, para que me llames, y Benjamín, mi identidad es un secreto, mantenlo así con los tuyos, espero que esto sirva como un voto de la confianza hacia mi- Le sonreí mientras me pare. –Vamos Sofy, aaaa otra cosa, ellos no diran nada de lo que escucharon, no te preocupes- media vuelta y camine.

Caminaba por la ciudad y podía ver como un desde una calle a otra había diferencia entre ciudadanos,se veían las humillaciones y las vanidades de otros, el mundo está vuelto una locura, como piensan crear paz, atreves del miedo, de la opresión, de la esclavitud, pasando a llevar los derechos fundamentales de las personas, no creo en esa paz.

Llego a la escuela, y me encuentro con Alice, que sentada en una plaza  veía el agua caer de una pileta de las escuela que tenía una forma circular y en el centro tenía una estatua que botaba agua de sus manos y boca, las luces de la escuela estaban encendidas y  la alumbraban desde abajo y arriba a la estatua, en donde estaba ella no llegaba ni un pequeño haz de luz me acerque.

-¿Qué haces aquí a estas horas?- Le pregunto parado frete a ella.
-Cristian- Sorprendida. –Nada solo pensaba, ¿y tú, qué haces acá?-
-Sofy ve a ver a Valentina me quedare acá un rato y voy-miro a Sofy y me siento alado de Alice. –También pensaba- Le sonreí.
-Y en que pensaba el chico que tiene loco a sus compañeritas- Rió suevamente.
-Jajajajaja Porque dices eso, si no hablo con nadie más que con mi hermana, mi prima y tu, hoy- La mire a los ojos y volví a reír.
-Porque tu notaras soy mujer, y entre mujeres siempre nos contamos todo, hay varias chicas que están interesadas en ti, lo que es yo, te encuentro un chico igual a todos, pero que no habla con nadie, tampoco eres de mi gusto, así que no te hagas ilusiones conmigo- Me miro fijamente los ojos, podía sentir la presión de su ojos clavándose en los míos.
-Jajajaja no te preocupes, no tengo intenciones de hacer amistades en la escuela y menos amores, por esa razón no me fijaría en ti, ni en nadie del colegio, para mí no eres más que otra chica linda del colegio que cree que los hombres harían cualquier cosa por estar con ella, jajaja ¿o no es así?-mire la pileta y me eche en la silla, saque un cigarro y lo prendí.
-Oyeee no se puede fumar dentro de la escuela- Me quita el cigarro.
-Baaah, nadie se enterara- Le tomo la mano, y se lo quito. – ¿Quieres?- Estiro la mano para darle.
-No, yo no fumo- Me decía mientras me hacia un desprecio.
Aspiro fuertemente el cigarro y le digo.
-Ya me voy, adiós- Boto el cigarro al suelo, lo piso, me levanto, tomo la cara de Alice, y la beso en la mejilla.-Nos vemos- Sonreí, y camine.

Al otro día, en clases de Historia universal suena mi celular, era el celular del cual no podía recibir llamadas, era el celular que le di a Benjamín.

-Profesora, Puedo ir al baño- Mientras caminaba a la puerta.
-Si, Clar….-
¡Paak! Cerré la puerta y salí a contestar el celular.
-Cristian, lo conseguimos, tenemos los Big Asimov- Me decía Benjamín atreves del celular.
-¿Ahora confías en mí?-
-Si, pero tenemos que conversar-
-Esta bien juntémonos hoy-
-Hacia el sur por la ruta 32 en la empresa Don Jonh, en el galpón 4, ahí nos reunimos todos-
-Esta bien voy ahora-
-Ok-

Salgo del colegio y voy en dirección a reunión con los rebeldes, desde ahí tomo un taxi, llegando afuera de la empresa, veo seguridad, mas de lo habitual para los Gerberos, toda la empresa esta coludida, me acerco al guarda de la portería.

-Vengo a hablar con Benjamín- Le dije con un todo fuerte y seguro.
-Si, me dijo que lo visitaría su sobrino, pasa- Me abre la reja y paso.

Les dijo a los guardias que soy su sobrino, creo que me encontrare con un hombre de palabra tal cual me lo imaginaba, entonces no le revelo a nadie mi identidad.


Camino hacia los galpones, podía percatarme que los guardias no me quitaban de su vista, y que empresa tenía dos grandes talleres de unos 80 por 60 metros y 4 galpones gigantes de unos 50 metros por 40 metros y 15 metros de alto, era perfecto para esconder los Big Asimov, llego a el galpón 4, en su puerta tenia un gran numero 4, de color azul al abrir la puerta puedo ver a Benjamín.

-Cristian, pasa- Me dice benjamín.
-¿Como han estado?-pregunto mientras camino.
-Bien todos bien, Fernanda ya se recupero-Me dice apuntando algo.
-Esos son los Big Asimov que capturamos gracias a ti.-

Me apunta hacia los Asimov, los puedo ver con detalles, eran gigantescos tenían la cabina  del piloto en el pecho y por la espalda sobresalía aun la cabina, su cabeza era redonda, con un único ojo en el centro, en el hombro derecho tenia algún tipo de protección extra, acero me perecía ser, era el brazo donde sostenía la pistola, sus piernas eran largas, los pies parecían bien pesados, con grandes sistemas hidráulicos que lo hacían poder moverse, tenia un color azul oscuro, y detalles en negro en el pecho, en el hombro derecho tenia el símbolo de los Aliados, que fue borrado y cambiado por el de la resistencia, de verdad eran sorprendentes, pensar que su fuente de poder era algo traido del espacio, gracias  los Frozz.




-¿Confías en mi, Benjamín? -Mirándolo a los ojos.
-Debo decir que si-Me sonrió.
-Entonces ¿te unirás a mi?, así como esto, tengo otras virtudes, y nuestro enemigo es el mismo, y nuestro objetivo también- Le digo mirándolo, mientras camino hacia el Big Asimov.
-Estaré contigo, por conveniencia, y tendré el mismo grado jerárquico que tú, esas son las reglas- me dice serio.
-Entiendo, pero al fin y al cabo, ¿no todo lo que hace el ser humano es por conveniencia propia?, está en la naturaleza humana el egoísmo, esta vez lo dejaremos de lado para poder cumplir nuestro objetivo... acepto tus condiciones- Me doy vuelta lo miro a los ojos –Esto aremos ahora, contactaremos la resistencia del sur, a cada uno de ellos, y le mostraremos al mundo que no estamos muertos..... ¿te parece?- sonreí.
-jajaja ¿y como aremos eso?-
-En 7 días, atacaremos las dos bases Aliadas en Rancagua, sexta región, y cobraremos independencia a la cuidad- con una leve sonrisa camine hacia Benjamín.
-Eso será imposible- Sorprendido y exaltado.
-¿Confías en mí, no?, entonces confía de verdad no a medias, porque lo lograremos-
-Espero que no te equivoques, porque se perderán muchas vidas-
-No lo haré- Toco su hombro derecho y miro fijamente.

Caminamos juntos hacia la puerta, podía ver el sol como pegaba en mi cara, y me obligaba estirar mi mano para taparlo, dándole la espalda a Benjamín le dije.

-Benjamín….. Solo tu conoces mi identidad, y así se mantendrá, para los tuyos y el resto, usare una máscara…..-



-Desde hoy, todos me conocerán como LA ESPERANZA BLANCA, como Dexler.


….
Continua en My peace, your peace 7.

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